La música ha sido un complemento imprescindible durante el confinamiento. Para muchas personas se podría decir que ha sido su principal vía de escape. En los balcones, en las ventanas y en los interiores de las casas se ha cantado, se ha bailado y se ha tocado música, antes o después de los aplausos en homenaje a las personas que han velado por el bienestar de todos, en especial, los sanitarios.
A lo largo del confinamiento, la música fue cobrando más y más protagonismo ante tanto aislamiento y la generosidad del mundo de la música ha sorprendido a todos. Con sus conciertos improvisados desde los salones de sus casas o sus propios balcones, los músicos han amenizado veladas y entretenido el tiempo, pero sobre todo han llevado a las personas un poco de esperanza, alegría y el olvido momentáneo del miedo ante lo que estaba pasando.
La música se puso al servicio de los ciudadanos y las redes sociales y las plataformas digitales funcionaron como un gran amplificador de sus acordes.
La llegada del verano
Ahora que el periodo estival ha comenzado y que se empiezan a ver las primeras listas de las canciones del verano, surge una inquietante pregunta: ¿qué sentimientos nos causarán escuchar las melodías del coronavirus? Temas como el mítico “Resistiré“, que han marcado el compás de espera por la pandemia. ¿Serán canciones que nos erizarán los pelos y no querremos volver a escuchar? O, por el contrario, ¿se convertirán en inesperadas canciones del verano y las cantaremos a todo pulmón?
Las melodías que se han escuchado en español han abarcado multitud de géneros y han sido de todo tipo. Desde relanzamientos de temas muy conocidos como el citado “Resistiré“, del Dúo Dinámico, el “Sobreviviré“, de Mónica Naranjo o “Pero a tu lado“, de Los Secretos; a versiones adaptadas para el momento como el “20 de abril“, de Celtas Cortos; y la creación de canciones originales inspiradas en la situación creada por el coronavirus como “Aves enjauladas“, de Rozalén, “Codo con codo“, de Jorge Drexler, “Los abrazos prohibidos“, de Vetusta Morla, “Hay gente“, de Kiko Veneno, y “Un canto a la vida“, de Vanesa Martín, entre otras.

Una de las que más impactó fue “Eso que tu me das“, el agradecimiento-despedida de Pau Donés, el cantante de Jarabe de Palo que murió a consecuencia de un cáncer y quiso hacer también su especial homenaje a las personas que cuidan de los demás.
A los que cuidan
Precisamente ese ha sido un elemento diferenciador de las canciones que han surgido con el coronavirus. Muchas de ellas están dedicadas a los profesionales en primera línea -personal sanitario, de supermercados, de limpieza, transportistas, agentes de seguridad- y surgieron asociadas a un fin altruista: la donación de dinero a organizaciones sin ánimo de lucro para paliar los efectos socioeconómicos de la covid-19 y fomentar la investigación sobre el coronavirus.
Aquí estamos recordando solo algunas de ellas, pero la lista de canciones es muy larga e incluye ejemplos en los distintos continentes, como la nueva versión de Color esperanza, de Diego Torres, en Latinoamérica. En esta lista de reproducción de Spotify se recogen muchas más.
Todas ellas son canciones que sin duda nos producen sentimientos encontrados y que algo despertarán en el público si resuenan durante el verano.
Aunque, nunca se sabe, y quizá la que sí se convierta en canción del verano sea la interpretada por el rapero valenciano Nyno Vargas, que forma parte de una campaña de concienciación dirigida a los jóvenes sobre los riesgos del coronavirus bajo el lema “Si la lías, nos la lías a todos“.
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