El coronavirus nos ha cambiado la vida y parece que nos va a cambiar muchas costumbres.
Algo tan sencillo como ir a la escuela se ha convertido en todo un reto en muchos países donde el confinamiento y las restricciones de movilidad han dejado en sus casas a estudiantes de todas las edades.
La Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) señalaba recientemente que la pandemia en su momento más álgido “dejó fuera de las aulas a casi 1.600 millones de alumnos y alumnas en más de 190 países». Lo que representa más del 90% de las población mundial de estudiantes.
Estos datos convierten a 2020 en el año más catastrófico de la historia en el ámbito educativo, poniendo de manifiesto e incrementando significativamente las desigualdades existentes en materia de aprendizaje en todo el mundo.

Ningún sistema educativo del planeta, por más avanzado y previsor que fuera, estaba preparado para afrontar la situación.
El acceso a las nuevas tecnologías, los recursos materiales y la capacidad de adaptación de alumnado y profesorado no son iguales en todas partes. Y la emergencia sanitaria provocada por la covid-19 pone en peligro los avances que se habían hecho en el derecho a la educación.
Ante ello, y acuciados por la necesidad de mitigar el descalabro educativo, algunos países han explorado métodos innovadores de enseñanza virtual y no virtual. Otros han recurrido a métodos menos novedosos pero sí efectivos dadas las circunstancias de sus territorios.

Lo importante es que la creatividad, o quizá más la búsqueda de soluciones rápidas para no perder toda una generación en el ámbito educativo, ha llevado a agudizar el ingenio y poner en marcha diferentes iniciativas.
Educación por televisión y radio
En países como México, Perú, China o Tanzania, donde el acceso a internet es limitado, la educación a distancia se realiza a través de la televisión, que es un medio que tiene mayor alcance.
Después de décadas de inversión en el aprendizaje por internet, la televisión educativa vuelve a estar en auge. Eso sí, para paliar la falta de interactividad y que las lecciones sean más efectivas se han buscado fórmulas más atractivas para captar al alumnado a través del uso de platós de televisión, guionistas, grafismo, dibujos animados, animaciones 3D, planos menos estáticos grabados con varias cámaras e incluso aplicaciones para smartphones.
Es un medio de menor costo, que permite una educación en línea más accesible a estudiantes con menos recursos.
Sucede lo mismo con la radio. En África, por ejemplo, la radio comunitaria está muy extendida y en muchos países programan clases varias veces a la semana.
Homeschooling o enseñanza en casa
La pandemia también ha puesto sobre la mesa una práctica educativa que ya es una realidad en países como Portugal, Francia, Polonia, Canadá, Austria o Inglaterra: el homeschooling o educación en casa.
El homeschooling se generalizó como fenómeno social en la década de los 70 cuando, en Estados Unidos, varios docentes e investigadores críticos con el sistema educativo reglado comenzaron a defender la idea de que los niños no debían integrarse en los colegios hasta los diez años para obtener resultados educativos óptimos.
Desde entonces, una treintena de países han regulado esta práctica educativa con restricciones. Sin embargo, otros, entre los que se encuentran España, Suiza, Bélgica, Holanda o Alemania no lo han reconocido. En España, se estima que, al menos, 2.000 familias se acogen a esta modalidad de enseñanza en casa, que no está explícitamente prohibida pero que incumple la obligación legal de escolarizar a los niños entre los seis y los 16 años.
Es difícil valorar la manera en que los países están manejando la educación frente a la crisis, porque cada uno tiene sus circunstancias particulares y es importante conocer el nivel de desarrollo humano de cada país. Los analistas tampoco se aventuran a decir si la educación televisada o en línea durante el confinamiento ha sido efectiva o no, pero lo cierto es que el acceso a la educación debe continuar y cualquier iniciativa que se ponga en marcha para protegerla es positiva.
