En un giro más de la trama de este inquietante 2020, Halloween vino acompañado este año de una brillante Luna llena.
Es una de las fiestas más populares de Estados Unidos, que cada vez gana más adeptos en el mundo, pero este año venía envuelta de confusión e incertidumbre, como tantos otros acontecimientos afectados por la pandemia.

Tras muchas idas y venidas sobre si se debían cancelar los festejos de Halloween, fueron muchos los que en Estados Unidos decidieron celebrar la fecha, con algunas modificaciones respecto a otros años.
La mayor preocupación giraba en torno a la tradición más popular de la noche: las visitas de los niños que van casa por casa pidiendo caramelos al grito de trick or treat (“truco o trato”).
Las autoridades sanitarias recomendaron no hacerlo, pero ¿cómo se les iba a negar esa ilusión a los más pequeños, especialmente en este año tan extraño?

Hubo variedad de alternativas, desde conductos que disparaban los dulces hasta paquetes de caramelos colocados en las puertas para evitar el contacto social, pasando por la ya habitual mascarilla como una prenda más del disfraz de niños y adultos.
La alegría no faltó en la primera “noche de brujas” en tiempos de pandemia.
Más dulces que nunca
Breeze Dorsey no sabía qué hacer este Halloween.

Sentía una mezcla de pereza y preocupación, pero sus dos hijos, de 7 y 5 años, tenían claro que querían disfrazarse y salir en busca de los soñados caramelos.
“Al final decidí salir con ellos”, nos cuenta.
“Todos los dulces estaban preparados en bolsitas cerradas que los vecinos dejaban fuera. Caminamos por nuestro barrio y aunque fuimos a pocas casas, al final regresamos con más caramelos que otros años. Algunas bolsas incluso tenían juguetes. Los niños lo han disfrutado un montón”.
No faltaron tampoco las “terroríficas” decoraciones de las casas y los grupos de personas disfrazadas de brujas o muertos vivientes.
De dónde viene la fiesta
Los orígenes de la tradición de Halloween se pierden en el tiempo y tienen una interesante mezcla de religión y paganismo.
Sus raíces no están realmente en Estados Unidos, sino en Reino Unido.
Su nombre proviene de una frase inglesa All Hallows’ Eve, lo que se traduciría como víspera de todos los santos.
La Iglesia católica instituyó como una de sus celebraciones el «Día de todos los santos», en honor de los que «gozan de la vida eterna en la presencia de Dios» y que no aparecen en santorales o no se conoce su nombre.

Hasta el siglo XVI, la noche previa a esta celebración se realizaba un servicio de vísperas y de ahí el nombre del festejo.
Durante la Gran Hambruna (1845-49) en Irlanda, que en ese entonces formaba parte del Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda, más de un millón de personas emigró a Estados Unidos.
Se llevaron consigo su historia y tradiciones, y no es coincidencia que las primeras menciones de Halloween en territorio estadounidense aparecieran poco después de ese éxodo.
Enorme popularidad
Hoy en día, Halloween es el día festivo no religioso más grande de Estados Unidos y, desde hace unos años, supera al Día de San Valentín y la Semana Santa como el período de mayor venta de chocolate.
A lo largo de los años se ha exportado a otros países y, aunque ha cambiado mucho con el paso del tiempo, Halloween sigue siendo una celebración que anima a niños y adultos a jugar con sus miedos y fantasías y burlarse de ellos.
Una distracción muy esperada que ni siquiera la pandemia fue capaz de cancelar.
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